martes, 8 de mayo de 2012

Comienza el Controlador Aéreo

Para quienes viajar en avión es parte de nuestra vida, aprendimos que la actividad aerocomercial es una de las que menos cuidado y respeto tiene por sus clientes, o sea, los pasajeros. El transporte en general, sea cual fuere tiene infinidad de defectos, pero en muchos casos se podría decir que hay una relación directa entre costo-beneficio. En cambio cuando viajamos en avión, consigamos la promoción u oferta que consigamos, recibimos un servicio que dista mucho de lo que merecemos por lo que pagamos.
Hemos visto gran cantidad de aerolíneas quebrar, aunque antes de llegar a eso, escuchamos argumentos de "replantear los costos", y terminamos entendiendo que lo que antes se nos daba dentro del valor del boleto, ahora ya no lo dan. Y no solo pasa por el servicio de a bordo, sino por temas mucho mas importantes como  la cantidad de tripulantes por vuelo -menor a la establecida para garantizar un buen servicio y atender a los pasajeros en caso de emergencia- ha disminuido, o que tenemos que subir al avión después de tomar un bus que nos lleva hasta una estación remota (pasando frío, calor o lluvia) mientras que vemos que pasajeros de otras aerolíneas suben en forma directa a través de las rampas de acceso, o que nuestros oídos se tapan excesivamente y nuestros cuerpos se hinchan por causa de una ineficiente presurización de la cabina. Estos y otros varios factores mas, hacen que una compañía aérea ahorre costos, pero siempre afectándonos como pasajeros.
Pero el viaje no empieza al subir al avión, sino que comienza desde el momento que nos acercamos al mostrador de check in, tan despreciablemente llamado "despacho". Si, como un despacho de mercadería, así se ha denominado durante años al mostrador donde creemos que una encantadora persona cambiará nuestros boletos por los pases de abordar (boarding pass), y etiquetará nuestras maletas hacia nuestro destino.
Como tampoco termina el viaje al momento que el avión abre sus puertas al aterrizar, sino que el servicio que hemos contratado termina exactamente desde el momento que recojemos nuestras maletas de la cinta transportadora. Si es que llega. Si es que llega entera. Si es que llegamos.

Porque hemos aprendido, vivido, sufrido, padecido y regocijado en cada viaje de avión que hemos hecho, y porque creemos que nuestras experiencias son las de cientos de miles, millones, de viajeros que a diario soportan "los encantos y desencantos" de viajar en avión, es que nace Controlador Aéreo: un espacio donde poder informar -desde la experiencia propia y abierta a la de los demás- los servicios e ineficiencias que las compañías aéreas, aeropuertos, personal de tierra, de cabina, tripulantes, y de todos a quienes les pagamos para que nos ofrezcan un servicio y hacen que nuestros viajes sean la realidad de un sueño, o la peor pesadilla, arriesgando incluso nuestra vida.

Infelizmente, tenemos mas para criticar que para felicitar, pero nuestro espíritu será siempre el de aportar para que nuestro lugar como clientes (pasajeros) sea respetado y tengamos mínimamente, la garantía de los servicios que hemos contratado. Y si no es mucho pedir, un buen trato...

Twittearemos a través de @control_aereo en tiempo casi real (porque no podemos tener nuestros móviles encendidos mientras volamos), comentarios, fotos y situaciones indicando siempre la compañía aérea, el día y el vuelo.

Como dijera un ex tripulante que se volviera actor y humorista -Fernando Peña- en el titulo de su libro: "Gracias por volar con nosotros".


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