sábado, 24 de agosto de 2013

Conflicto con LAN: Otro golpe del gobierno para monopolizar hasta los cielos

Cualquier ley antimonopolio es buena para los consumidores. Solo la libre competencia permite que surjan ofertas, promociones, beneficios e incluso algún empresario creativo y audaz que introduzca condiciones en el mercado que -en el afán por ganar clientes- ponga a su equipo de marketing a trabajar en descubrir oportunidades que otros aún lo han realizado.

Si hablamos del mercado aerocomercial, si existen varios competidores en la plaza hay variantes para el pasajero que pueden ir desde mejoras en los precios, rutas antes no aprovechas, hasta calidad en servicio. Estas variantes hacen que más gente pueda viajar en avión, a más lugares, y en mejores condiciones.

Recalde, con "avioncitos".Experiencia
en administración: ninguna.
Profesión: abogado, militante político
El gobierno argentino, que por más discurso que tenga solo busca tener ingresos para poder utilizarlos a su antojo, vio como LAN Argentina (subsidiaria de LAN Chile) después de varios años logró un espacio que jamás podrá ocupar la expropiada Aerolíneas Argentinas, que cada vez gasta más y obliga a que el Estado (o sea, todos los ciudadanos) tengan que soportar su pérdidas absolutamente incomprensibles desde lo operacional, pero "permitidas" bajo el discurso de "cuidar a la linea de bandera que busca la inclusión social y el desarrollo de las economías regionales" (discurso repetido como si fuera una cinta contestadora por el presidente de Aerolineas, Mariano Recalde). 
Nadie cuestionaría que la aerolínea que subsidiamos todos vuele a destinos no rentables con tal de sostener economías regionales. Nadie cuestionaría que la aerolínea de "todos los argentinos" lance promociones que permitan a más argentinos mejorar su calidad de vida y cambiar las largas horas que se requieren para recorrer el vasto territorio nacional vía terrestre, en avión. Tampoco se cuestionaría si se aplicaran tarifas especiales para grupos sensibles como jubilados, estudiantes de bajos recursos, personas con discapacidades o necesidades sanitarias. Un gobierno que "discursea" la inclusión, debería mínimamente actuar en consecuencia. Pero nada de esto sucede y Aerolíneas Argentinas NECESITA perder dinero para que los oportunistas que la administran puedan mantener a personal afin al partido político del gobierno (hoy Aerolíneas Argentinas tiene casi el triple de empleados que cuando fue expropiada al grupo Marsans), y tener a base de subsidios, la puerta para dispersar fondos a "bolsillos ajenos" como también, tapar la mala gestión. Aunque a esta altura ya está claro que no se pretende una buena gestión.

Conflicto con LAN para intentar
salvar la mala gestión de Aerolíneas
Foto: Infoba.com
En este escenario, LAN Chile acepta las condiciones jurídicas y comerciales que plantea Argentina y decide crear su subsidiaria LAN Argentina que, manteniendo su política de buena gestión y mejor administración, fue ganándose un espacio en el mercado y creciendo en base a condiciones de precio-calidad favorables para el viajero. Quizás le ha servido también la mala gestión y mal servicio de Aerolíneas para poder crecer. Pero éste es un factor externo que LAN no controla, pero que lógicamente sabe aprovechar. 
Como la realidad termina silenciando al discurso cuando son incongruentes, los tiempos de mala gestión de Aerolíneas se acaban, como también se le acaba al gobierno la capacidad de subsidiar un saco sin fondos. Y coherente a su política de "si afecta a nuestro gobierno, es malo", decidió acorralar a LAN para que pierda algunos espacios ganados legalmente, como el de tener vuelos de cabotaje saliendo desde el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, mismo que utiliza Aerolíneas. 
El gobierno le quita así a su competidor, igualdad de condiciones y lo "empuja" para que acepte una realidad: en Argentina no hay seguridad jurídica y el peor enemigo de las empresas es el mismo gobierno. Claro, estamos hablando de una empresa como LAN que cuenta no solo con capacidad económica y legal para soportar cualquier prepotencia -como la que tuvo que enfrentar cuando los sindicatos aerocomerciales apoyaban al gobierno y éste los usaba para complicar la operación de la compañía- y ya supo poner el tema no solo en la opinión pública, sino también en la Justicia a través de una demanda al gobierno argentino, y una clara advertencia a los trabajadores y consumidores: si se van, quedan mas de 3.500 familias en la calle y miles de pasajeros presos de las condiciones que imponga Aerolíneas Argentinas. Nada más real que esto.
Los pasajeros, eternos perjudicados
en las disputas del gobierno.
Foto: Perfil.com

En un país serio, si una compañía aérea realiza dumping o actividades fuera del marco regulatorio, se la sanciona. Pero resulta que LAN ha sabido jugar con las cartas que el gobierno argentino le dio, aceptó cada cambio de reglas, y así y todo logró su lugar y preferencia en el mercado. Y entonces llegó el momento que los jóvenes inexpertos que controlan Aerolíneas Argentinas le pidieran a la presidenta de la Nación que haga algo para sacarse este problema de encima, y no tuvieron mejor idea que quitarles el derecho de volar cabotaje desde el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, perjudicando su capacidad operativa y comercial. 

Repercusiones en Chile por el conflicto.
Foto de Infobae.com
Pero por qué ahora? Es sencillo: el gobierno sabe que ha perdido terreno (las elecciones primarias demostraron que ya no cuenta con la mayoría que obtuvo en el pasado) y que en las elecciones legislativas de octubre, perderá la mayoría absoluta que hoy ostenta en las Cámaras de Diputados y Senadores, y que la oposición llegará a ocupar esas bancas con muchos temas a revisar, cuestionar y observar, como es el caso de la mala gestión de Aerolíneas Argentinas y sus incongruencias administrativas, entre tantos otros. Sacarse a LAN de encima podría -en el racionamiento histérico del gobierno- poner las cuentas de Aerolíneas casi en azul, y presentar así a una empresa que "esta en pleno proceso de recuperación". Como en la discusión con el necio, "solo yo hablo porque solo yo tengo razón". Pero LAN tiene voz, y por sus actitudes, no dejará de tenerla.

Más allá de la mala gestión de un gobierno y las empresas que ha expropiado para controlar, esperemos que la competencia aerocomercial no desaparezca de Argentina, porque eso afectaría por sobre todo al pasajero pero también a la industria turística -que vería merma en la cantidad de turistas que viajan-, a los trabajadores que se quedarían en la calle, a la credibilidad de un país que solo puede salir adelante con inversión extranjera y generación de fuentes de trabajo, y a los últimos años de un gobierno, que por más ciego que sea, debe tener actos patrióticos y reconocer que luego de su salida, habrá un país que no se merece que lo deje preso de una mala gestión. 
Otro frente de conflicto que abre
el gobierno argentino por culpa
de su mala gestión con las
empresas expropiadas.
Foto: La Nación